Cuándo comienzan el entrenamiento para dejar el panal: consejos útiles
Aunque la mayoría de los niños desean usar el baño solos, pueden verse frustrados fácilmente por los accidentes inevitables. La transición entre el hecho de dejar de usar los pañales y comenzar a utilizar ropa interior puede ser difícil para ti también.
A continuación, te brindamos algunos consejos para que el entrenamiento de control de los esfínteres sea lo más fácil posible para todos.
**
Espera a que tu hijo esté preparado
**
Intentar entrenar a un niño a controlar los esfínteres cuando no está preparado puede prolongar el proceso. Evita comenzar con el entrenamiento de control de esfínteres cuando se producen grandes cambios en la vida de tu hijo, tales como una enfermedad, divorcio, muerte de un familiar (o incluso una mascota) o una mudanza.
**
Da un paso a la vez
**
Para que el proceso funcione, es posible que quieras comenzar por dejar el asiento del inodoro para niños en el piso del baño durante unos días. Dile a tu pequeño hijo que el inodoro pequeño es para él y el grande para los adultos. Luego de unos días, haz que se siente en el asiento (vestido está bien). Luego de unos días, comienza a preguntarle a tu hijo varias veces por día si puedes quitarle los pañales para que se siente en su asiento especial.
**
Obtén el equipamiento necesario
**
Los asientos de inodoro para niños deben ser lo suficientemente bajos para que el niño pueda apoyar ambos pies en el piso. Evitar el uso de deflectores de orina (protectores que se sujetan a la parte delantera del asiento para mantener la orina del niño dentro del inodoro). Parecen ser una buena idea, pero a veces lastiman a los niños que no se sientan bien y lo que menos quieres es que tu hijo asocie al baño con dolor.
**
No dejes correr el agua frente al niño, al menos la primera vez
**
Aunque hay niños a los que les fascina ver el agua correr una y otra vez, hay otros que se atemorizan y creen que parte de ellos se irá por las cañerías del inodoro.
Minimiza o elimina el consumo de líquidos durante la última hora antes de la hora de acostarse.
Esto incrementará las posibilidades de que tu niño se levante seco, lo cual aumentará su confianza.
Aprende a reconocer los indicios.
Cuando veas que ha juntado sus rodillas, baila hacia arriba y abajo, busca un baño rápidamente. Piensa positivo, pero no demasiado.
Demasiado entusiasmo respecto a los contenidos del pañal puede hacerle creer al bebé mayor que ha producido algo muy valioso, lo cual puede provocar que desee conservarlo (inclusive dentro de su cuerpo).
Haz que sea divertido
Los niños, en las primeras etapas del entrenamiento del control de esfínteres, no logran controlar bien el lugar hacia donde orina. Poner cereales con forma redonda u otros objetivos en el agua o agregar colorante natural azul (que se vuelve verde cuando entra en contacto con la orina amarilla) puede hacer que ir a orinar sea una tarea divertida y menos complicada para ti.
**
No te preocupes con respecto al entrenamiento nocturno por un tiempo
**
Espera a que tu hijo se levante seco con frecuencia después de una siesta o en ocasiones seco durante la mañana. El control de la vejiga no se produce sino hasta un año o más después del control diurno.
**
Coordina tu enfoque con otros cuidadores
**
Prohíbe cualquier cambio de vida importante; una vez que comenzaste con el entrenamiento de control de esfínteres, no debe haber vuelta atrás. Informa a los maestros y a los cuidadores sobre lo que sucede en casa y pídeles que hagan lo mismo. Evita que los castigos sean parte del entrenamiento.
Es imposible forzar a un niño a utilizar el inodoro cuando todavía no está preparado para hacerlo. Los niños que se sienten presionados a veces intentan obtener el control de la situación nuevamente al rehusarse a dejar los pañales o al no querer ir al baño. Esto puede causar estreñimiento u otras afecciones que requerirán un tratamiento indicado por el pediatra.
Sé consistente y ten paciencia: ¡te sorprenderá con qué rapidez tu pequeño puede aprender esto!
Sobre el contenido aquí publicado
La información de este artículo se basa en las recomendaciones de expertos que se encuentran en fuentes rigurosas: médicas, institucionales y/o gubernamentales. En ninguna circunstancia, el contenido de esta página debe reemplazar las sugerencias médicas y/o de especialistas. Es responsabilidad del lector siempre acudir a los profesionales para obtener orientación precisa. Para más información de nuestros lineamientos editoriales, consulta el apartado Ética Editorial de Pampers®.