Cómo dar un medicamento a tu bebé o niño pequeño
¿Cuál es el secreto para hacer que tu hijo tome un medicamento que le ha receta el médico? El niño puede detectar tu duda y puede que se resista, no importa lo que hagas, a menos que sinceramente creas que lo que haces es lo mejor. Muéstrate segura y determinada para inspirar en tu hijo confianza y seguridad.
Consejos para lograr que tu hijo tome un medicamento
Evita los ahogos. Para ello, asegúrate de que tu hijo esté al menos en un ángulo de 45 grados cuando tome su medicamento y, preferentemente, si es un niño mayor, que esté de pie o sentado.
Dale los medicamentos líquidos por el costado de la boca. Si va directamente al centro del paladar del niño, le provocará arcadas. Coloca las pastillas en la parte de atrás de la lengua o las escupirá.
Disfraza el mal gusto de un medicamento cuando sea posible. Los alimentos preferidos para disfrazarlos son la salsa de manzana, el yogur, el flan y la mermelada. Para los casos más resistentes, prueba con helado o jarabe de chocolate. Si vas a mezclar líquidos como jugo, usa cantidades pequeñas.
Usa una cuchara medidora. Es más precisa que un cubierto común. Mejor aún, usa una cuchara plástica para medicamentos con marcas de dosificación.
Los medicamentos no son “golosinas ”, así que no te refieras a ellos como tal al hablar con niños pequeños o mayores. Estás estableciendo una confusión potencialmente peligrosa. Siempre es mejor decirle lo que es.
Siempre supervisa a tu hijo, si todavía no es adolescente, a la hora de tomar el medicamento.
Olvídate de negociar o sobornar. Las apuestas irán en aumento. Además, transmitirás el mensaje de que tomar un medicamento es algo negociable, cuando en realidad no lo es. Dale a tu hijo alguna opción en la situación, como en qué taza quiere tomar la leche después o en qué habitación prefiere tomar el medicamento, pero nada más.
El castigo no funcionará cuando un niño se niega a tomar el medicamento. La mayoría de los medicamentos saben mal y todos estamos programados para evitar sabores amargos, ya que generalmente son venenos en la naturaleza. Insiste y sigue adelante. Y cuando haya cumplido la misión, no te olvides de darle un GRAN abrazo y felicitarlo por el buen trabajo que realizaron los dos.
Según la edad
Te damos algunas estrategias y técnicas específicas según la edad de tu hijo.
Bebés pequeños
Sostén a tu bebé en un ángulo de 45 grados, con las manos hacia abajo y sosteniendo la cabeza.
Con una jeringa plástica sin la aguja, un gotero o una tetina, gotea el medicamento en la parte posterior de la lengua, cerca de los costados. Evita vaciar el gotero en la parte interna de las mejillas, porque seguramente tu bebé lo escupirá en la primera oportunidad que tenga. Además, evita echarle el medicamento en forma de chorro por la garganta, ya que se puede ahogar.
Dale un trago de leche o jugo.
Niños pequeños y en edad preescolar
Puedes reducir el mal sabor de algunos medicamentos líquidos de muchas maneras.
Enfría el medicamento o haz que tu hijo chupe un helado o hielo picado antes de tomar el medicamento. Las temperaturas frías adormecen las papilas gustativas. Después dale de beber un trago de su bebida fría preferida.
Mezcla el medicamento con un alimento de sabor fuerte, como un postre de chocolate. Asegúrate de que tu hijo se coma todo el alimento mezclado. También puedes diluir el medicamento en un líquido de sabor fuerte, como jugo de manzana, siempre que lo beba todo.
Como último recurso, podrías sostener a tu hijo y darle el medicamento. Si hay otro adulto disponible, puede abrazar al niño, sostenerle los brazos hacia abajo y colocarle la cabeza en un ángulo de 45 grados. Es desalentador para el niño, pero felicítalo después por tomar su medicamento. Dile que la próxima vez, tendrá la opción de tomar el medicamento él solo.
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