Desarrollo del bebé: dos años
Tenía que suceder en algún momento. Un día tu bebé es dulce y adorable, y al otro día es desafiante, caprichoso y ocasiona huracanes en tu vida cotidiana. Aunque no lo creas, esto es normal; difícil y frustrante pero normal.
Por qué no se llaman los "hermosos dos años". Imagina que rápidamente das un salto importante en tu desarrollo y tienes la posibilidad de comunicarte, pensar y moverte como nunca antes. Comprime todas estas nuevas emociones en un cuerpo pequeñito y agrega unas gotitas de frustración y prepárate para los caprichos y los cambios de humor.
Cómo mantener la perspectiva. Lo más importante que debes recordar durante esta etapa es no tomarlo como algo personal. Tu hijo solo está frustrado. Prueba lo siguiente para ayudarlo a sentirse más independiente:
Fomenta la exploración. Permite que tu hijo satisfaga su curiosidad dejándole explorar tanto como sea posible de una forma segura. Si algo no es seguro, dile que no. Eventualmente, aprenderá qué es aceptable y qué no.
Felicítalo. Sube la autoestima de tu hijo haciéndole saber cuando ha hecho algo bien. Si juega bien con su amigo o realiza una tarea (como colocarse el pijama), dile cuán feliz y orgullosa te sientes.
Sé coherente. No permitas que un capricho o un rato de mal humor pongan en riesgo tu determinación. Como todas las fases, esta también pasará y habrá terminado antes de lo que esperabas.
En resumen
Llegan pequeños huracanes a tu vida, momento en que tu peque te desafiará y será caprichoso, es algo completamente normal en el desarrollo de los dos años. Tu hijo no hará las cosas con intención de provocarte, así que ayúdalo a que explore y entienda lo que es correcto o no. ¡Disfrútalo y felicítalo cuando algo sea correcto!
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